El suceso tuvo lugar mientras la víctima paseaba tranquilamente por la localidad malagueña acompañado de familiares y amigos. Fue entonces cuando un individuo encapuchado irrumpió en su camino, empuñando un arma de fuego y exigiendo que le entregaran el dinero que portaban. Ante el intento de desarme por parte del turista, se desató un forcejeo en el que el agresor golpeó brutalmente a la víctima con la culata del arma en la cabeza y el rostro, provocándole diversas lesiones.

 

Dos trabajadores de un establecimiento de hostelería cercano intentaron intervenir para reducir al atacante, pero también fueron amenazados con el arma. Finalmente, el agresor logró escapar a la carrera, desapareciendo entre las calles del municipio.

 

La operación, denominada ROARFUNE, culminó con la localización del sospechoso en una localidad próxima, donde se encontraba oculto intentando evadir la acción de la justicia. Tras su arresto, fue acusado de varios delitos: robo con violencia, lesiones, amenazas, daños y tenencia ilícita de armas.

 

El detenido fue puesto a disposición judicial en el Juzgado de Guardia de Torrox, que ordenó su ingreso en prisión provisional. Las autoridades destacan la colaboración ciudadana y la rápida actuación de los agentes como claves para la resolución del caso.

 

Este incidente reabre el debate sobre la seguridad en destinos turísticos y refuerza la necesidad de mantener activos los protocolos de vigilancia, especialmente en zonas con gran afluencia de visitantes internacionales.